Trufas de chocolate blanco y lavanda
Date un capricho con estas divinas trufas de chocolate blanco y lavanda. Un delicioso postre primaveral o un cariñoso regalo hecho en casa.
Trufas de chocolate blanco y lavanda
Date un capricho con estas divinas trufas de chocolate blanco y lavanda. Un delicioso postre primaveral o un cariñoso regalo hecho en casa.
Utensilios
Ingredientes
100 ml nata para montar
1 cucharadita flor de lavanda comestible
450 g chocolate blanco
20 g miel
follow manufacturers guidelines colorante alimentario morado/lila
2 cucharadas aceite de coco
Paso a paso
En una cacerola pequeña, calienta la nata para montar a fuego medio hasta que empiece a hervir. Retira la nata del fuego, incorpora la lavanda seca y remueve. Añade 3 tiras de cáscara de limón fresca. Deja reposar la mezcla durante unos 15 minutos para que adquiera el sabor de la lavanda.
Trocea 250 g de chocolate blanco y ponlo en un recipiente resistente al calor. Vierte la nata caliente a través de un tamiz sobre el chocolate. Añade la miel. Usa la batidora de varillas a baja velocidad para integrar los ingredientes hasta que la ganache adquiera un aspecto brillante. Añade una pequeña cantidad de colorante alimentario a la mezcla si deseas darle un poco de color a las trufas.
Cubre el recipiente con film de plástico y enfría la ganache en el frigorífico durante al menos 2 horas hasta que quede lo suficientemente firme como para darle forma. Una vez enfriado, saca pequeñas porciones de la ganache y forma bolitas homogéneas. Colócalas en una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Si es necesario, espolvorea las trufas y tus manos con azúcar glas para que las bolitas estén menos pegajosas. Deja enfriar durante 15 minutos.
Calienta el chocolate blanco restante y el aceite de coco hasta que se funda del todo. Coloca las trufas en una brocheta y sumérgelas en el chocolate fundido hasta que estén completamente cubiertas. Adorna con flores de lavanda.