Pizza de fermentación lenta
Deja enfriar esta masa de pizza mientras duermes y prepárate para sorprenderte con el sabor y la textura mejorados de esta obra maestra de fermentación lenta.
Pizza de fermentación lenta
Deja enfriar esta masa de pizza mientras duermes y prepárate para sorprenderte con el sabor y la textura mejorados de esta obra maestra de fermentación lenta.
Utensilios
Ingredientes
125 ml agua a temperatura ambiente
2 cucharada aceite de oliva
235 g harina de pan blanco
3 g levadura instantánea seca
7 g sal
5 g azúcar
1 cucharada aceite de oliva para pintar
2 cucharada salsa de tomate
30 g queso rallado
6-8 rodajas mozzarella
Paso a paso
Esta receta sirve para preparar 1 pizza.
Coloca el disco para masa en el procesador de alimentos de KitchenAid. En la jarra del procesador de alimentos, añade agua tibia y la mitad del aceite de oliva. Añade la harina, la levadura, la sal y el azúcar. Ajusta el procesador de alimentos de KitchenAid a la velocidad 1 y mezcla los ingredientes. Amasa a velocidad 2 durante unos 5 minutos, hasta que la masa quede suave y elástica. Retira la masa del procesador de alimentos y colócala en un bol engrasado, cúbrela con film de plástico y refrigérala durante 24 horas.
Saca la masa del bol y pásala a una superficie enharinada. Dale forma de bola, cúbrela con un paño de cocina fresco y deja que repose durante 30 minutos.
Presiona la masa de pizza hacia abajo y levántala. Colócala sobre las manos llenas de aceite, tira suavemente hacia fuera con cada mano y dale una ligera sacudida, girando la pizza y estirándola al mismo tiempo. Ahora, coge el borde del disco y deja que el resto de la masa cuelgue hacia abajo. Pellizca el borde de la masa mientras la giras entre las manos. Al girarla, la masa debe estirarse hasta formar un círculo grande y fino. Recuerda que estirar la masa requiere práctica, así que no te rindas. Coloca la masa en una bandeja para horno cubierta con papel vegetal.
Pinta la superficie de la masa con aceite de oliva. Extiende la salsa de tomate uniformemente sobre la masa, dejando un borde alrededor de los extremos para la corteza. Espolvorea el queso rallado sobre la salsa, seguido de la mozzarella cortada en rodajas. Introduce la pizza en el horno precalentado a 240 °C y hornea durante 9-10 minutos o hasta que la masa se dore y el queso se derrita y burbujee.
Consejo para servir: sirve con rúcula, prosciutto y queso de búfala.