Paso a paso

1. Coloque el chocolate negro y 30 g de mantequilla en un recipiente y derrítalo todo al baño maría. Resérvelo y déjelo enfriar ligeramente.

2. Coloque las claras de huevo en el recipiente del robot con el batidor de varillas acoplado. Añada el cremor tártaro y la sal. Seleccione la velocidad 8 y mezcle hasta que se forme espuma.

3. Añada poco a poco 90 g de azúcar glas y continúe mezclando a velocidad 8 hasta que se formen picos rígidos.

4. Añada las yemas de huevo, el extracto de vainilla y 1 cucharada de cacao tamizado a la mezcla de chocolate fundido y mézclelo todo para combinarlo.

5. Añada una cucharada grande de merengue a la mezcla de chocolate y remueva con una espátula de goma hasta que esté completamente incorporado. Siga añadiendo el merengue, 3-4 cucharadas a la vez, y siga removiendo la mezcla de chocolate hasta que esté completamente incorporado.

6. Utilice un pincel de repostería para cubrir los ramequines con mantequilla muy blanda. Asegúrese de utilizar el pincel con movimientos ascendentes. Espolvoree el azúcar restante por el fondo y los lados. Traslade la mezcla a los ramequines, alise la parte superior y utilice el dedo para los bordes.

7. Precaliente el horno a 240°C. Baje la temperatura a 200 °C, coloque los ramequines sobre una bandeja para hornear y métala en el horno. Hornee los suflés durante unos 15 minutos. Después de hornear, espolvoree con cacao en polvo y sírvalos inmediatamente.